jueves, 9 de julio de 2015

Luna de Madrid

Llevaba ya un tiempo que quería hacer esta foto. He estado siguiendo el magnífico trabajo de Juan Carlos Cortina y de sus ya famosas lunas con las torres de Madrid. Me faltaba encontrar un sitio donde hacerlo. Que si desde Las Rozas, Aravaca.... Pero yo necesitaba cercanía ya que con mi 200mm no podía alejarme mucho.


Esperando la salida de Selene


Mira que he pasado veces por la M40 por la zona que iba buscando, pero nunca había caído. Entre los túneles del Pardo y la carretera Fuencarral-El Pardo existe una pequeña elevación orientada hacia el complejo de las torres. Estuve buscando por la zona de Montecarmelo o Herrera Oria, pero desde el primero, era imposible debido a que está en una pequeña vaguada e imposibilita ver completas las torres. Desde la Avda. de Herrera Oria, demasiados edificios, árboles, farolas...

Así que, me decidí cruzar la M40 y meterme por la mencionada carretera que lleva desde Montecarmelo hasta El Pardo. Al poco de pasar el siempre lleno restaurante Filandón, siguiendo unos doscientos o trescientos, hay un pequeño desvío a la izquierda (cuidado que hay una curva con poca visibilidad poco más adelante) con un cartel del Parque Regional de la Cuenca del Manzanares. El camino o pista, lógicamente sin asfaltar, está en bastante buen estado (no he ido nunca tras lluvias, así que no puedo informar de como está en esas condiciones). Con un coche normal podéis acceder sin problemas. De todas formas, tampoco es plan de acceder con el coche hasta el punto en concreto. Aprovechad e id andando, ¡¡que es muy sano, jeje!!


Al final conseguimos un buen resultado, a pesar de los mosquitos

Para situarme en el punto exacto, utilicé la aplicación para IOS PhotoPills (9,90 Euros), una completísima app que nos va a permitir encontrar el punto donde debemos situarnos y la fecha y hora para hacer coincidir nuestra situación con el elemento que queremos componer y el sol o la luna (en cualquiera de sus fases) en un punto (azimut) y una elevación en concreto. La app es casi como una Suite, ya que además, nos va a permitir conocer la situación de elementos del cielo (luna, estrellas, constelaciones...); profundidad de campo; tablas de hiperfocales dependiendo del tipo concreto de cámara que usemos y de su longitud focal; crear, importar y exportar localizaciones de otros usuarios... Ya os digo, una herramienta muy completa que deberíais llevar en vuestro móvi (creo que solo está disponible para iPhone). Puede que conozcáis la aplicacion TPE (The Photographer's Ephemeris). Es similar en cuanto a información de luna o de sol, pero esta no permite hacer planificaciones, amén de los extras que trae PhotoPills (hiperfocal, pdc, exposición, realidad aumentada..)

lunes, 15 de junio de 2015

Libro XG de Saal-digital

Hola a todos.

Ya os hablé en el artículo anterior de la sorprendente calidad de los libros de Saal-digital. Así que me propusieron probar el nuevo libro XG, con hojas de 600 gramos por metro cuadrado. 

Elegí para ello el formato que me parecía más interesante, 28 x 28 cm. Aunque podéis conocerlos en su propia página, también disponen de los formatos de 19 x 19 cm, 21 x 28 cm y 28 x 19 cm.


Para empezar, comentar que la calidad en la impresión de las fotografías sigue siendo exactamente igual de buena que en el formato 42 x 28 cm. No varía un ápice. Impresión a doble página con unos colores fieles al orignal. En ambos casos, he elegido el acabado mate. Serán manías de uno, pero no me gusta ver libros impregnados de huellas. Y en este acabado, este fin se consigue perfectamente.




En principio, el formato cuadrado 28 x 28 me gusta mucho. Ni muy pequeño ni muy grande. Es, en mi opinión, el ideal. Aunque desde aquí, aprovecho para pedir a la gente de Saal, la posibilidad de ampliar la oferta de formatos con algún 32 cuadrado o en su lado largo. 

Al sacarlo del paquete de envío, perfectamente protegido, me encuentro con un libro muy agradable en el tacto. En su página, los amigos de Saal lo denominan SoftTouch y lo definen como que "se caracteriza por su tacto suave y aterciopelado". Bueno, me dije, eso habrá que comprobarlo. Y, efectivamente, el acabado de la cubierta es tal cual. No es que tenga "pelillos" como si fuera terciopelo, pero es impresionante la suavidad que tiene y esa sensación que ellos describen, la puedes comprobar al tenerlo en tus manos. Bien, primer punto, el de la tapa, superado.




Lejos de volver a serviros los detalles técnicos de los acabados de las páginas, que, como os he comentado anteriormente, son los mismos que  en el formato del artículo anterior, me centraré en lo que cambia con respecto a aquel. En este caso el grosor de las hojas. 

Detalle del grosor de la hoja

El grosor no resta calidad en el acabado





Ya os he mencionado que son de 600 gramos por metro cuadrado, por lo que podéis imaginar la consistencia que tienen, amén de la diferencia de grosor, que estará en torno al 0.8 o 0.9 mm. Para este formato, perfecto. Si en el formato de 42 cm quizá se echaba en falta un pelín más de gramaje, en este formato es ideal. Transmite, al pasar las hojas, consistencia al manener el plano constantemente la hoja, se encuentre en la posición que se encuentre pero sin llegar a ser una hoja "pesada" o excesivamente gruesa como en otros libros de gran gramaje.

Este grosor de hoja, podía hacer cambiar el acabado en la zona de pegado de las hojas. Pero, como podéis apreciar en las imágenes, el acabado lo sigo viendo muy bien, con una gran calidad. El reportaje del libro ha tardado unos días en realizarse, con lo que, a diferencia del anterior que fue prácticamente un unboxig y el libro estaba "recién horneado". En este caso el libro tiene casi un mes con respecto a su llegada a mis manos, con la consiguiente tralla que ha recibido de abrir, cerrar, pasar páginas, etc,


En definitiva, sigo apostando por esta gente mientras mantengan la calidad en sus acabados y el buen servicio de entrega y atención al cliente. A este respecto, mencionaros que, invité a un amigo a probarlo y cuando le llegó, el acabado no era el deseado. Una gran arruga en el lomo del libro dejaba en evidencia los halagos que había realizado de Saal. En ese momento, invité a mi amigo a ponerse en contacto con el servicio de atención y al momento, el comunicaron que estaban volviendo a realizar el producto y que, obviamente, sin gasto alguno, lo tendría de nuevo en menos de una semana. Dicho y hecho. Al final, por estos detalles, han ganado un cliente más.

miércoles, 29 de abril de 2015

Libro Gran Formato de Saal-Digital

ANTECEDENTES
Desde hace un tiempo, me gusta tener mis fotografías en fotolibros. Creo que es una buena manera de cerrar el círculo que comienza con la toma de la fotografía, sigue con su procesado y que, en muchas ocasiones, se queda ahí, incompleto. Además, es una buena manera de tener organizados nuestros trabajos y de poder mostrarlos.

Por norma general, los programas de maquetación de estos fotolibros, son bastante fáciles de utilizar y los resultados son, en la mayoría de los casos, satisfactorios tomando como referencia la relación calidad/precio.

Hace unos días, a través de Facebook y también de algún fotógrafo de prestigio como Javier de la Torre, David Martín Castán o Jesús M. García, tuve conocimiento de Saal-Digital, empresa alemana proveedora de productos fotográficos. 

En Facebook han desarrollado una campaña más que interesante para adentrarse en el mercado español, llegando incluso a ofrecer la prueba gratuita de uno de sus productos, precisamente el fotolibro. Gran iniciativa que, por lo que he podido leer, ha tenido gran aceptación, evidentemente, como no podía ser de otra manera. También, tras una conversación, siempre provechosa, con Javier de la Torre, me comentó que, aunque llevaba poco tiempo con ellos, los trabajos que le habían entregado, cumplían con creces sus espectativas. Me comentó que había recibido algún metacrilato y algún aluminio. Será cuestión de probarlos por mi parte y transmitiros mis impresiones sobre estos productos.

Acabados, en cuanto a imagen y color de imagen, profesionales

Pero, a lo que vamos: el fotolibro. En estas épocas tan cercanas a las comuniones, este año no he escapado a tan señalado acontecimiento. Mi hija pequeña, Patricia, hace este año la comunión y, como no podía ser de otra manera, he sido yo quien le ha realizado el pertinente reportaje. Lo típico: peinado especial, traje en mano y camino al Parque del Capricho, en Madrid. "Cienes y cienes" de fotos que se quedan en apenas 30 o 40 (¡será que soy muy malo y necesito hacer muchas, jajaja!). A continuación, a buscar una empresa que me ofrezca calidad profesional o casi y que, sin serlo yo, me permita crear mi producto. Desde luego la valoración de Javier me ayudó a probar con Saal-Digital. Al final me decidí por el Gran Formato apaisado, esto es, un libro de 42  x 29 centímetros, lo que viene siendo A3. Además, como opción, lo elegí con la caja-regalo.

APLICACIÓN
(La aplicación probada es la versión para Mac)
Primera sorpresa agradable: la aplicación para la maquetación, creación y pedido del producto. Sinceramente, no he encontrado ningún fallo. Todo lo contrario. Hasta el momento, con otras aplicaciones, siempre había tenido problemas con las imágenes. O bien el visor daba la sensación de pérdida de calidad (en Sanappy, por ejemplo, aunque el resultado sobre papel nada tiene que ver con la aplicación), o resultaba difícil la propia maquetación con las alineaciones, interfaces de textos tediosas... De repente, me encuentro con todo lo contrario, a lo que, además, hay que sumarle la sencillez de la interfaz, tanto a nivel de funcionalidad como de diseño. Como ejemplo la sencillez de las opciones de menú: cargar imágenes, guardar, exportar como PDF (¡qué bien que viene esto!), añadir texto e insertar texto. ¡Ya está! ¡No hay más! ¿Para qué? Es suficiente. 
¿Funcionalmente? Como un tiro. Arrastras la fotografía seleccionada, que puede hacerse directamente desde una carpeta del Finder de IOS (vamos, una carpeta en el Explorer de Windows). Al aparecer en la página del libro, cualquier acción sobre ellas es instantánea: Redimensión, ampliar, reducir, mover o encuadrar. 
Para facilitar las cosas, ofrecen la posibilidad de incluir una cuadrícula configurable para tener control sobre las alineaciones, si no nos vasta con las líneas contextuales que aparecen al mover un elemento y que nos indica cuando está alineado con otro elemento. 
En definitiva, acertadísima aplicación a la que únicamente le pediría poder cerrar sin necesidad de tener cargado un libro en su interfaz gráfica, es decir, que se pueda salir de la aplicación desde la ventana de selección de producto.
Segunda sorpresa: La terminación del producto, el envío y el pago: 3 rápidos pasos que consisten en enviar el libro, introducir los datos de envío y pasarela de pago (Paypal y Visa o MasterCard) y confirmación. El envío se produce a través de DHL, aunque, por lo que he podido ver, esta empresa es la encargada del envío desde Alemania hasta España. Aquí es Correos quien se encarga de llevarlo hasta la dirección de envío. (Sobre el tiempo de envío, en la siguiente sección)
Tercera gran sorpresa agradable: Ausencia de logos o iconos de la empresa. ¡Repito! Ausencia GRATUITA de logos o iconos. Sin más. En cualquiera de los fotolibros no existe ninguno. Tan solo, todo hay que decirlo, un pequeño código en la contraportada de apenas medio centímetro cuadrado el cual hay que buscarlo para encontrarlo.

EL LIBRO EN MIS MANOS
Desde el momento que hice click en el botón de confirmación de pedido hasta recibir el mismo poco más de cuatro días contando el fin de semana que había por el medio, ya que realicé el pedido un viernes. Otro punto más.


El caso es que me encuentro con una caja de cartón de considerables dimensiones. Se intuye que contiene algo bien protegido. Dentro de esta caja, que es en verdad una especie de gran sobre rígido, me encuentro con un protector plástico, similar al que protege las pantallas de TV o los monitores de ordenador dentro de la caja.
Al retirar este envoltorio, todavía no se ve la caja-regalo con el libro en su interior. Varias capas de papel tipo estraza envolviendo la caja. Con cada capa que retiro, más convencido estoy que Saal-Digital cuida estos detalles de presentación. 
Al final voy llegando a mi destino, que no es otro que tener el fotolibro en mis manos. En primer lugar me topo con la caja-regalo. Caja que no es otra cosa que un estuche para albergar el libro. Creo que Saal también debería cambiar este concepto. El producto es un estuche protector, creo yo, identificador con más caché que el de "caja". Se ve muy bien acabado, con brillo y las esquinas, quizá lo que a priori pudiera resultar más delicado, bien rematadas. Así que un acierto haber pedido el "estuche" protector. 
Bueno, por fin el último paso para descubir el libro. Al abrir la caja, veo el libro muy bien protegido con la gomaespuma rígida negra que protege el interior, con una pequeña endidura para poder desprender el libro sin necesidad de doblegar la mencionada gomaespuma.

¡¡El libro!! Tooooda esta parrafada que os habéis tragado para llegar aquí, a la valoración del libro. Pues así, directamente: recomendadísimo!!!! A primera vista el acabado es sencillamente "acabado profesional". He visto libros profesionales o supuestamente profesionales, con una calidad inferior a este. Lo mismo ocurre con lo más importante: la impresión de las imágenes. 

He de reconocer que procesé las imágenes con Photoshop "a pelo", esto es, sin haber cargado el perfil ICC que el propio laboratorio Saal-Digital recomienda. La similitud de los colores en pantalla con los del libro es total. En las imágenes que he utilizado para el próximo libro, el cual recibiré a lo largo de esta semana, sí que he utilizado el perfil ICC correspondiente. Veremos cual puede ser la diferencia, si es que la hay. Por lo tanto, si hablaba de acabado profesional, también puedo opinar lo mismo con respecto a la calidad de las imágenes y, por supuesto, a la calidad de las hojas del libro. Saal-Digital indica que son Fujicolor Crystal y cada una de ellas, de las hojas, consta de dos páginas pegadas.

En definitiva y como valoración en conjunto, me he llevado un buen sabor de boca a un precio muy recomendable. Aplicación cómoda y fluida y acabado de alta calidad, a la altura de otros laboratorios profesionales.

En comparación con otros productos que yo he podido probar está muy por encima de marcas como Fotoprix y Hoffman y un poquito por encima de Snappy, donde hay que decir que en cuanto a acabados y calidad están muy parejos tanto Snappy como Saal pero que, puestos a elegir, me quedaría con Saal por precio (más económico) y, en especial, por la gran ventaja de su aplicación (infinitamente mejor que la de Snappy) y la no inserción de logos o iconos de la empresa fabricante.

Espero haber podido serviros de ayuda si estábais indecisos buscando un buen fotolibro. Cualquier pregunta al respecto, no dudeis en hacérmela llegar.

Os dejo las imágenes del "Unboxing" que he realizado tras recibirlo:

Enpaquetado exterior. Cartón grueso y resistente

Empaquetado exterior. Abertura

Vista del contenido.
Estuche y libro envuelto en plástico protector y papel de estraza

Estuche o Caja Regalo

Vista detalle del Estuche. Acabado de calidad

Abriendo el estuche y accediendo al libro

Detalle de acabado del Estuche

La gomaespuma rígida protege el libro dentro del Estuche

Detalle de acabado del libro

El libro sobre el Estuche e interior del mismo

Esto es lo único que el fabricante introduce en el libro,
un pequeño código de apenas un centímetro

La aplicación de maquetación da total libertad de diseño

Relación de tamaño con un CD. El 42 x 28 es muy grande


 

Para este reportaje se ha utilizado el artículo "Fotolibro 42 X 28 cm de tapa dura más Caja regalo". Este producto ha tenido un coste de 87 euros, incluido cupón de descuento de bienvenida de 15 euros.
Además dar desde aquí las gracias a José Millón, del departamento de Marketing de Saal por ponerme las cosas fáciles!!!!


jueves, 9 de abril de 2015

Islandia v1.0 - Seljalandsfoss

Empiezo hoy una serie de pequeños relatos acerca de mi viaje a Islandia el pasado mes de noviembre. Un sueño perseguido desde hace tiempo y que pude llevar a cabo gracias al Workshop impartido por David Martín Castán y Javier de la Torre.






A poco más de 125 km de Reikiavik, se encuentra la espectacular cascada de Seljalandsfoss. Un impresionante salto de 60 metros de altura. El significado de su impronunciable nombre para nosotros, los castellanoparlantes, es río líquido. ¡Anda que se rompieron los sesos poniéndole nombre al río! Río.. líquido!!! Impresionante.


Más allá de este rocambolesco nombre y de su significado, lo que es innegable es la belleza del lugar. Conforme te vas acercando por la carretera número 1 al punto donde se encuentra esta catarata, intuyes que te encuentras ante uno de los sitios más concurridos de la isla. Varios autobuses y decenas de vehículos se encuentran en el aparcamiento (junto a la tiendecilla de recuerdos de rigor) esperando a que el turista termine su visita, saque sus fotos y suba al autobús o coche para emprender su ruta hacia un nuevo destino no sin antes secarse bien. Sí, secarse. Uno mismo y al equipo fotográfico, caso de llevarlo y/o haberse situado detrás de la propia cascada intentando inmortalizar uno de los sitios más fotografiado de Islandia. Merece la pena mojarse. 
 

Conforme vas llegando a la cascada, amén de los numerosísimos visitantes, puedes observar la grandeza del lugar. Un caminillo te va conduciendo hasta la base de Seljanlandsfoss y encuentras una pequeña difurcación que te conduce a un puentecillo de madera situado sobre el propio río a escasos 50 o 60 metros de la cascada. Buen punto para realizar las primeras fotos. Si consigues solventar el principal problema, hacerte con espacio para plantar tu trípode, comprobarás que el encuadre es impresionante. Otro problema añadido es que el puente transmite mucho las vibraciones con el tránsito de la gente. Así que deberás estar ávido para aprovechar cuando no pase gente o pedirles que se estén quietecitos!!!! Jejeje. Lo bueno es que la mayoría de la gente que permanece sobre el puente, pretenderá hacer lo mismo que tú. 


Conseguidas la primeras fotos desde el puente, lo siguiente es adentrarse en el camino hasta llegar al lugar más espectacular, que es junto a la caída del agua. Cuidado porque o te podrás encontrar con nieve y/o hielo o, si no vas en pleno invierno, las rocas están mojadas y con bastante moho. Importante es saber dónde se pisa y, sobre todo, llevar un calzado adecuado. La primera foto desde allí es imprescindible. Si además coincide con la puesta de sol, el éxito lo tienes asegurado: Primer plano el espectacular saldo de agua tras las rocas con su verde moho; en el plano medio la llanura que rodea Seljalandsfoss y en el fondo el horizonte. Un clásico. Recuerda llevar tus trapitos para secar la cámara, filtros, objetivos... y a ti mismo!!!!

A continuación, podrás ver que puedes seguir el camino anteriormente mencionado y que se introduce hacia la parte trasera de la catarata y que incluso bordea esta hasta salir por su parte contraria. Impresionante. Es otro sitio que no puedes dejar de acercarte, aunque te mojes, y capturar una cascada desde dentro. Perfecto. Primer hito islandés conseguido.


Otra buena manera de conseguir espectaculares fotos de Seljalandsfoss es acudir allí de noche para hacer nocturnas y pillar la típica imagen de la cscada coronada por alguna aurora. Nosotros no estuvimos allí por la noche, porque estaba planificada una sesión nocturna en la otra gran cascada de esa zona, Skogafoss. Lo malo es que tuvimos que suspenderla por las condiciones meteorológicas de es noche: copiosa lluvia y vientos superiores a 100 km/h. Así que nos quedamos disfrutando de la confortable cena y cama de nuestro Guesthouse.


Nosotros no tuvimos mucha suerte con el tiempo. Mucha lluvia durante la semana que estuvimos allí. Eso sí, al menos las numerosas nubes nos ayudaron a "llenar" el cielo en nuestras capturas. Ideal para buenas fotografías diurnas, malo para crepusculares y nocturnas. Tanto que no tuvimos ocasión de visualizar, a excepción de una noche, las ansiadas auroras boreales.

martes, 31 de marzo de 2015

Amanece, que no es poco!!!!

¡¡Madre mía!! Dos años y medio sin escribir ni una solo entrada en el blog. Imperdonable.
Desde ya, me comprometo a hacerlo de manera más habitual. Iba a hacer la machada de decir que todos los días, pero no lo haré, que no soy cumplidor!!!!! Dejémoslo en eso, en "más habitual".

Y, para este recomienzo, una foto de un amanecer muy especial. No en sí del amanecer, sino de la foto, ya que fue el primer paisaje que conseguí "meter" en la prestigiosa página de fotografía 1x.com.



Mañana fría de diciembre, madrugón y camino hacia un lugar precioso de la sierra madrileña. Está tomada desde la orilla del embalse de Pinilla, en el precioso pueblo de Lozoya. Os dejo una más






Espero que os guste. Saludos!!!!